En Chile, la búsqueda de energía limpia y asequible comenzó con una apuesta firme por las renovables hace dos décadas. El éxito impulsó la competencia y abarató los costos de instalación, pero los precios para los consumidores no bajaron al ritmo deseado.

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El Congreso chileno intervino para, con legislación y la creación de un fondo, generar certificados de pago para las generadoras que permitieran estabilizar los precios al consumidor final. La intervención de BID Invest consiguió reducir el impacto de la diferencia de pagos para estas compañías de generación de energía. El producto financiero, denominado bono B, es una estructura innovadora por la que BID Invest actúa como comprador de la totalidad del monto, financiando la porción “A” con recursos propios de US$180 millones, y la porción “B” a través de la emisión de notas de crédito en el mercado global. De esta forma, los inversionistas en el bono B se benefician del estatus de acreedor preferencial de BID Invest.

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Esta estructura supuso la mayor movilización de recursos de terceros en una transacción hasta el momento, con un monto del bono B de US$1.620 millones dividido en dos emisiones, ambas lideradas por Goldman Sachs y colocadas en coordinación con JP Morgan e ITAU BBA. Esta operación muestra la capacidad y el compromiso de BID Invest para seguir desarrollando soluciones financieras innovadoras y movilizando capital privado capaz de escalar el impacto en la región y mejorar vidas.